SUELOS LAMINADOS

Los suelos vinílicos son muy resistentes al uso, a las quemaduras, al rayado y tienen un aspecto natural. Además, existen diferentes calidades adaptadas a distintas aplicaciones y con características específicas (uso comercial intenso o moderado y uso doméstico). Su instalación es flotante y puede realizarse sobre un suelo existente, sin necesidad de realizar obras. Tienen formato de lamas o losetas y hay cantidad de estilos, colores y texturas. Pueden imitar a madera, piedra, cerámica, etc. para adaptarse a las necesidades de cada cliente.

Los suelos laminados o estratificados están fabricados a partir de paneles de fibras de alta densidad (HDF), compuestos por cuatro capas:

1- Overlay: la capa Overlay contribuye a la resistencia y durabilidad del suelo laminado. Es la capa más superficial del material y proporciona el acabado del suelo. Dependiendo del uso que se le vaya a dar al suelo, la capa Overlay tendrá que tener mayor o menor espesor. 

2- Capa decorativa: Esta capa es lo que vemos de la tarima. Consiste en una lámina decorativa que es la que le da aspecto al suelo. Es la relacionada con la estética ya que permite una gran variedad de diseños. 

3- Capa central: Es la capa más gruesa de la tarima. Un tablero de alta densidad formado de fibras de madera fijadas con resinas y compactado  a alta presión y calor que aporta  resistencia estructural al producto.

4- Capa compensadora: Esta última capa protege al tablero de la humedad y le proporciona una estabilidad dimensional evitando que se combe. 

Nuestros principales proveedores:

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pinche aquí para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies